Una nueva controversia sacude el caso de Tomás Bravo, niño de 3 años desaparecido y encontrado sin vida en febrero de 2021, tras la revelación de un video que muestra a una tercera persona en la zona donde se perdió su rastro. La difusión de este material, presentado por la defensa de Jorge Escobar, tío abuelo del menor y único acusado en el caso, ha generado reacciones inmediatas, especialmente por parte de Estefanía Gutiérrez, madre del niño, quien ha acusado directamente a la Fiscalía de haber pasado por alto evidencia crucial. PUBLICIDAD El video proviene de una cámara de vigilancia utilizada para monitorear incendios forestales, situada cerca del lugar de la desaparición. Según la defensa de Escobar, este material respalda la teoría de intervención de terceros, lo que abre una nueva línea de investigación que podría cambiar el rumbo del juicio. Estefanía Gutiérrez afirmó que estas imágenes no son nuevas para ella. Según sus declaraciones, había solicitado desde el principio del caso que se revisaran las grabaciones de la torre forestal. “Es algo que en conjunto a mi abogado luchamos mucho tiempo. Si no lo hago yo ¡quizás nunca hubiésemos visto esto!”, expresó con impotencia. Además, criticó fuertemente la actuación de la Fiscalía, a la que acusa de desechar este antecedente porque “no les servía para su teoría”. En redes sociales manifestó su profunda indignación: “¡Me duele el alma que después de cuatro años sigan riéndose de la muerte de mi hijo! Si esto salió hoy no es porque la Fiscalía lo haya mostrado, es porque hoy se está llevando a cabo el juicio de mi tío y la Defensoría lo expuso”, escribió. También señaló la falta de avances por parte de la Fiscalía de Los Ríos, que lidera una arista paralela en la investigación. Esta línea, dirigida por la fiscal Tatiana Esquivel, mantiene a Escobar como imputado, sin descartar la participación de otros individuos. Según el abogado defensor, esta Fiscalía posee información que confirma la autenticidad del video. Finalmente, Gutiérrez lanzó una crítica contundente: “Duele cómo aún la Fiscalía, en vez de ser un aporte, solo obstruye la justicia”, concluyó. El juicio oral contra Jorge Escobar continúa esta semana, mientras surgen dudas sobre el manejo de pruebas clave por parte de los organismos persecutores. Fuente: Publimetro
El asesinato de Francisco Albornoz, joven farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue encontrado en el río Tinguiririca el pasado 27 de mayo, ha conmocionado a la opinión pública. El caso se está investigando como un homicidio calificado y ha llevado a la prisión preventiva de dos imputados: Christian González, médico ecuatoriano de 31 años, y José Miguel “Kai” Baeza, chef chileno de 43. PUBLICIDAD En la formalización realizada el sábado 7 de junio en el Centro de Justicia, la fiscal Rossana Folli descartó que la causa de muerte haya sido una sobredosis, afirmando que “Francisco sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo encefalocraneano”. Además, destacó que “el crimen no fue accidental, sino que existió una clara intención previa de causar la muerte”. El cuerpo del joven fue ocultado en un saco de dormir y trasladado en el maletero de un vehículo hasta el río Tinguiririca, desde donde fue arrojado desde una altura cercana a los 50 metros. Según la Fiscalía, en el trayecto los acusados se detuvieron a comprar papas fritas y bebidas. Un reportaje emitido por CHV Noticias reveló nuevos antecedentes proporcionados por Christian González en su declaración. El médico mencionó que la noche del 23 de mayo, día de la desaparición, su amigo Kai Baeza llegó a su departamento con varios objetos: “Me dijo que iba a llevar a mi departamento cocaína, limones, paños y plástico para que mi cama no se ensuciara y todo sea más fácil de botar”. González también admitió que él mismo compró droga esa noche: “Cerca de las 21:15 horas fui hasta avenida Bustamante y pagué en efectivo la cocaína. Compré cuatro bolsas de cocaína que equivalen a 35 mil pesos”. Francisco Albornoz, según se estableció, no fue registrado en el libro de visitas del edificio, lo que complica aún más la situación para los imputados. Además, después del crimen, el médico contrató un servicio externo de limpieza profunda para limpiar su departamento y las áreas comunes por las que transitó el joven. La investigación sigue en curso y tanto la Fiscalía como la familia de la víctima esperan que se aclaren todos los hechos y se haga justicia. Fuente: Publimetro
Una nueva controversia sacude el caso de Tomás Bravo, niño de 3 años desaparecido y encontrado sin vida en febrero de 2021, tras la revelación de un video que muestra a una tercera persona en la zona donde se perdió su rastro. La difusión de este material, presentado por la defensa de Jorge Escobar, tío abuelo del menor y único acusado en el caso, ha generado reacciones inmediatas, especialmente por parte de Estefanía Gutiérrez, madre del niño, quien ha acusado directamente a la Fiscalía de haber pasado por alto evidencia crucial. PUBLICIDAD El video proviene de una cámara de vigilancia utilizada para monitorear incendios forestales, situada cerca del lugar de la desaparición. Según la defensa de Escobar, este material respalda la teoría de intervención de terceros, lo que abre una nueva línea de investigación que podría cambiar el rumbo del juicio. Estefanía Gutiérrez afirmó que estas imágenes no son nuevas para ella. Según sus declaraciones, había solicitado desde el principio del caso que se revisaran las grabaciones de la torre forestal. “Es algo que en conjunto a mi abogado luchamos mucho tiempo. Si no lo hago yo ¡quizás nunca hubiésemos visto esto!”, expresó con impotencia. Además, criticó fuertemente la actuación de la Fiscalía, a la que acusa de desechar este antecedente porque “no les servía para su teoría”. En redes sociales manifestó su profunda indignación: “¡Me duele el alma que después de cuatro años sigan riéndose de la muerte de mi hijo! Si esto salió hoy no es porque la Fiscalía lo haya mostrado, es porque hoy se está llevando a cabo el juicio de mi tío y la Defensoría lo expuso”, escribió. También señaló la falta de avances por parte de la Fiscalía de Los Ríos, que lidera una arista paralela en la investigación. Esta línea, dirigida por la fiscal Tatiana Esquivel, mantiene a Escobar como imputado, sin descartar la participación de otros individuos. Según el abogado defensor, esta Fiscalía posee información que confirma la autenticidad del video. Finalmente, Gutiérrez lanzó una crítica contundente: “Duele cómo aún la Fiscalía, en vez de ser un aporte, solo obstruye la justicia”, concluyó. El juicio oral contra Jorge Escobar continúa esta semana, mientras surgen dudas sobre el manejo de pruebas clave por parte de los organismos persecutores. Fuente: Publimetro
El asesinato de Francisco Albornoz, joven farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue encontrado en el río Tinguiririca el pasado 27 de mayo, ha conmocionado a la opinión pública. El caso se está investigando como un homicidio calificado y ha llevado a la prisión preventiva de dos imputados: Christian González, médico ecuatoriano de 31 años, y José Miguel “Kai” Baeza, chef chileno de 43. PUBLICIDAD En la formalización realizada el sábado 7 de junio en el Centro de Justicia, la fiscal Rossana Folli descartó que la causa de muerte haya sido una sobredosis, afirmando que “Francisco sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo encefalocraneano”. Además, destacó que “el crimen no fue accidental, sino que existió una clara intención previa de causar la muerte”. El cuerpo del joven fue ocultado en un saco de dormir y trasladado en el maletero de un vehículo hasta el río Tinguiririca, desde donde fue arrojado desde una altura cercana a los 50 metros. Según la Fiscalía, en el trayecto los acusados se detuvieron a comprar papas fritas y bebidas. Un reportaje emitido por CHV Noticias reveló nuevos antecedentes proporcionados por Christian González en su declaración. El médico mencionó que la noche del 23 de mayo, día de la desaparición, su amigo Kai Baeza llegó a su departamento con varios objetos: “Me dijo que iba a llevar a mi departamento cocaína, limones, paños y plástico para que mi cama no se ensuciara y todo sea más fácil de botar”. González también admitió que él mismo compró droga esa noche: “Cerca de las 21:15 horas fui hasta avenida Bustamante y pagué en efectivo la cocaína. Compré cuatro bolsas de cocaína que equivalen a 35 mil pesos”. Francisco Albornoz, según se estableció, no fue registrado en el libro de visitas del edificio, lo que complica aún más la situación para los imputados. Además, después del crimen, el médico contrató un servicio externo de limpieza profunda para limpiar su departamento y las áreas comunes por las que transitó el joven. La investigación sigue en curso y tanto la Fiscalía como la familia de la víctima esperan que se aclaren todos los hechos y se haga justicia. Fuente: Publimetro