El asesinato de Francisco Albornoz, joven farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue encontrado en el río Tinguiririca el pasado 27 de mayo, ha conmocionado a la opinión pública. El caso se está investigando como un homicidio calificado y ha llevado a la prisión preventiva de dos imputados: Christian González, médico ecuatoriano de 31 años, y José Miguel “Kai” Baeza, chef chileno de 43. PUBLICIDAD En la formalización realizada el sábado 7 de junio en el Centro de Justicia, la fiscal Rossana Folli descartó que la causa de muerte haya sido una sobredosis, afirmando que “Francisco sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo encefalocraneano”. Además, destacó que “el crimen no fue accidental, sino que existió una clara intención previa de causar la muerte”. El cuerpo del joven fue ocultado en un saco de dormir y trasladado en el maletero de un vehículo hasta el río Tinguiririca, desde donde fue arrojado desde una altura cercana a los 50 metros. Según la Fiscalía, en el trayecto los acusados se detuvieron a comprar papas fritas y bebidas. Un reportaje emitido por CHV Noticias reveló nuevos antecedentes proporcionados por Christian González en su declaración. El médico mencionó que la noche del 23 de mayo, día de la desaparición, su amigo Kai Baeza llegó a su departamento con varios objetos: “Me dijo que iba a llevar a mi departamento cocaína, limones, paños y plástico para que mi cama no se ensuciara y todo sea más fácil de botar”. González también admitió que él mismo compró droga esa noche: “Cerca de las 21:15 horas fui hasta avenida Bustamante y pagué en efectivo la cocaína. Compré cuatro bolsas de cocaína que equivalen a 35 mil pesos”. Francisco Albornoz, según se estableció, no fue registrado en el libro de visitas del edificio, lo que complica aún más la situación para los imputados. Además, después del crimen, el médico contrató un servicio externo de limpieza profunda para limpiar su departamento y las áreas comunes por las que transitó el joven. La investigación sigue en curso y tanto la Fiscalía como la familia de la víctima esperan que se aclaren todos los hechos y se haga justicia. Fuente: Publimetro
El asesinato de Francisco Albornoz, joven farmacéutico de 21 años cuyo cuerpo fue encontrado en el río Tinguiririca el pasado 27 de mayo, ha conmocionado a la opinión pública. El caso se está investigando como un homicidio calificado y ha llevado a la prisión preventiva de dos imputados: Christian González, médico ecuatoriano de 31 años, y José Miguel “Kai” Baeza, chef chileno de 43. PUBLICIDAD En la formalización realizada el sábado 7 de junio en el Centro de Justicia, la fiscal Rossana Folli descartó que la causa de muerte haya sido una sobredosis, afirmando que “Francisco sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo encefalocraneano”. Además, destacó que “el crimen no fue accidental, sino que existió una clara intención previa de causar la muerte”. El cuerpo del joven fue ocultado en un saco de dormir y trasladado en el maletero de un vehículo hasta el río Tinguiririca, desde donde fue arrojado desde una altura cercana a los 50 metros. Según la Fiscalía, en el trayecto los acusados se detuvieron a comprar papas fritas y bebidas. Un reportaje emitido por CHV Noticias reveló nuevos antecedentes proporcionados por Christian González en su declaración. El médico mencionó que la noche del 23 de mayo, día de la desaparición, su amigo Kai Baeza llegó a su departamento con varios objetos: “Me dijo que iba a llevar a mi departamento cocaína, limones, paños y plástico para que mi cama no se ensuciara y todo sea más fácil de botar”. González también admitió que él mismo compró droga esa noche: “Cerca de las 21:15 horas fui hasta avenida Bustamante y pagué en efectivo la cocaína. Compré cuatro bolsas de cocaína que equivalen a 35 mil pesos”. Francisco Albornoz, según se estableció, no fue registrado en el libro de visitas del edificio, lo que complica aún más la situación para los imputados. Además, después del crimen, el médico contrató un servicio externo de limpieza profunda para limpiar su departamento y las áreas comunes por las que transitó el joven. La investigación sigue en curso y tanto la Fiscalía como la familia de la víctima esperan que se aclaren todos los hechos y se haga justicia. Fuente: Publimetro