Tras el hundimiento de La Esmeralda el 21 de mayo de 1879 y la muerte de Arturo Prat, Miguel Grau manifestó su especial preocupación por los restos del héroe chileno y por sus pertenencias. El marinero peruano mandó los implementos más preciados del comandante de La Esmeralda a su viuda, Carmela Carvajal de Prat, acompañadas por una noble carta en tiempos de guerra. Un sagrado deber me autoriza a dirigirme a Ud. y siento profundamente que esta carta, por las luchas que va a rememorar, contribuya a aumentar el dolor que hoy justamente debe dominarla. En el combate naval del 21 pasado que tuvo lugar en las aguas de Iquique, entre las naves peruanas y chilenas, su digno y valeroso esposo, el capitán de fragata don Arturo Prat, comandante de la “Esmeralda”, como usted no lo ignorara ya, fue víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de la bandera de su Patria. Deplorando sinceramente tan infausto acontecimiento y acompañándola en su duelo, cumplo con el penoso y triste deber de enviarle las para usted inestimables prendas que se encontraron en su poder, y que son las que figuran en la lista adjunta. Ellas le servirán indudablemente de algún consuelo en medio de su desgracia y por eso me he anticipado a remitírselas, le escribió. Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro señora la oportunidad para ofrecerle mis servicios consideraciones y respetos con que me suscribo muy afectísimo seguro servidor, finalizó. La carta fue acompañada los objetos personalizados del comandante Prat: Una espada sin vaina pero con sus respectivos tiros, un anillo de oro matrimonial, un par de gemelos nacarados, dos botones de pechera también nacarados, tres copias fotográficas, y otros objetos personales. Carmela Carvajal respondió al gesto noble con otra misiva: Señor don Miguel Grau: Recibí su fina carta fechada a bordo del “Huáscar” en 2 junio corriente año. En ella con hidalguía caballero antiguo se digna usted acompañarme mi dolor deplore sinceramente muerte esposo generosidad enviarme queridas prendas sobre persona Arturo prendas mí valor inestimable ser consagradas afecto retratos consagradas martirio espada lleva adorado nombre. Al proferir palabra martirio crea usted señor intento inculpar jefe “Huáscar” muerte esposo contrario conciencia distinguido jefe arrostrando furor innobles pasiones sobreexcitadas guerra hoy valor aún palpitan recuerdos Iquique asociarse duelo poner alto nombre conducta esposo jornada raro valor desprenderse valioso trofeoponiendo manos espada cobrado precio extraordinario hecho jamás rendida jefe semejante corazón noble habría cierta interpuesto haberla podido matador víctima ahorrado sacrificio estéril patriadesastroso corazón. A propósito expresar altamente consolador medio calamidades origina guerra presenciar grandioso despliegue sentimientos magnánimos luchasinmortales revivir América escenas hombres epopeya antigua. Fuente: Publimetro
Tras el hundimiento de La Esmeralda el 21 de mayo de 1879 y la muerte de Arturo Prat, Miguel Grau manifestó su especial preocupación por los restos del héroe chileno y por sus pertenencias. El marinero peruano mandó los implementos más preciados del comandante de La Esmeralda a su viuda, Carmela Carvajal de Prat, acompañadas por una noble carta en tiempos de guerra. Un sagrado deber me autoriza a dirigirme a Ud. y siento profundamente que esta carta, por las luchas que va a rememorar, contribuya a aumentar el dolor que hoy justamente debe dominarla. En el combate naval del 21 pasado que tuvo lugar en las aguas de Iquique, entre las naves peruanas y chilenas, su digno y valeroso esposo, el capitán de fragata don Arturo Prat, comandante de la “Esmeralda”, como usted no lo ignorara ya, fue víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de la bandera de su Patria. Deplorando sinceramente tan infausto acontecimiento y acompañándola en su duelo, cumplo con el penoso y triste deber de enviarle las para usted inestimables prendas que se encontraron en su poder, y que son las que figuran en la lista adjunta. Ellas le servirán indudablemente de algún consuelo en medio de su desgracia y por eso me he anticipado a remitírselas, le escribió. Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro señora la oportunidad para ofrecerle mis servicios consideraciones y respetos con que me suscribo muy afectísimo seguro servidor, finalizó. La carta fue acompañada los objetos personalizados del comandante Prat: Una espada sin vaina pero con sus respectivos tiros, un anillo de oro matrimonial, un par de gemelos nacarados, dos botones de pechera también nacarados, tres copias fotográficas, y otros objetos personales. Carmela Carvajal respondió al gesto noble con otra misiva: Señor don Miguel Grau: Recibí su fina carta fechada a bordo del “Huáscar” en 2 junio corriente año. En ella con hidalguía caballero antiguo se digna usted acompañarme mi dolor deplore sinceramente muerte esposo generosidad enviarme queridas prendas sobre persona Arturo prendas mí valor inestimable ser consagradas afecto retratos consagradas martirio espada lleva adorado nombre. Al proferir palabra martirio crea usted señor intento inculpar jefe “Huáscar” muerte esposo contrario conciencia distinguido jefe arrostrando furor innobles pasiones sobreexcitadas guerra hoy valor aún palpitan recuerdos Iquique asociarse duelo poner alto nombre conducta esposo jornada raro valor desprenderse valioso trofeoponiendo manos espada cobrado precio extraordinario hecho jamás rendida jefe semejante corazón noble habría cierta interpuesto haberla podido matador víctima ahorrado sacrificio estéril patriadesastroso corazón. A propósito expresar altamente consolador medio calamidades origina guerra presenciar grandioso despliegue sentimientos magnánimos luchasinmortales revivir América escenas hombres epopeya antigua. Fuente: Publimetro