La alcaldesa de Colina y vicepresidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM), Isabel Valenzuela, participó el lunes 9 de junio en la discusión del proyecto de ley que autoriza la instalación de pórticos detectores de metales en establecimientos educacionales y recintos de salud ante los parlamentarios de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados.

En esta reunión, Valenzuela enfatizó la importancia crucial de aprobar esta iniciativa para proporcionar herramientas que contribuyan a crear entornos seguros para los estudiantes, alejando la violencia, el consumo, tráfico y abuso de drogas de los recintos educativos.

La alcaldesa expresó: “Lamentablemente, hoy muchos espacios educacionales están invadidos por las drogas, el narcotráfico, la violencia y las armas, representando un peligro. La violencia en los colegios y en los centros de salud es un fenómeno real y preocupante, y son los municipios los que tienen un rol insustituible en la implementación de medidas preventivas”.

Durante la misma sesión, Valenzuela presentó tres observaciones clave de la ACHM para garantizar una implementación efectiva del proyecto: evitar sanciones a las municipalidades que adopten medidas innovadoras contra la violencia en las aulas, asegurar financiamiento y apoyo técnico para su ejecución, y establecer protocolos supervisados por los ministerios competentes en colaboración con las comunidades afectadas.

La ACHM destacó ante los parlamentarios que los pórticos detectores de metales deben ser parte integral de una política más amplia que incluya programas de salud mental escolar y comunitaria, formación docente en resolución de conflictos, protocolos participativos, inversión en infraestructura segura y colaboración con padres y apoderados. También se propuso la creación de un reglamento ministerial para estandarizar los protocolos ante situaciones violentas.

Por su parte, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, comentó sobre la instalación de detectores de metal en colegios: “Es una discusión que tenemos que tener”.

Cordero reconoció que si bien estos dispositivos “contribuyen a disuadir”, es necesario evaluar cuidadosamente los colegios con mayores riesgos. En sus palabras: “Soluciones de ese tipo obligan a hacer una evaluación que es bien cruda”.