En el árido desierto de Atacama, donde las condiciones hipersecas han persistido por millones de años, se esconde uno de los tesoros científicos más importantes del mundo: los meteoritos.

Estas rocas, que viajan millones de kilómetros desde el espacio hasta impactar la Tierra, representan no solo una curiosidad, sino una fuente invaluable de conocimiento para entender los procesos del sistema solar, los riesgos de impacto de asteroides e incluso el origen de la vida en otros planetas. Sin embargo, en Chile, estas piezas únicas han sido históricamente ignoradas desde lo legal.

Por Felipe Mery Tapia

Actualmente, no existe ninguna regulación que controle la extracción ni el tráfico de meteoritos en el país. Esto ha permitido que, hasta la fecha, unas 2,9 toneladas hayan salido al extranjero sin ningún tipo de trazabilidad ni control. Como explica Camila Caviedes Cameron, geóloga y candidata a doctora en Astronomía y Ciencias Planetarias de la Universidad de Atacama, esto convierte a los meteoritos en “un patrimonio olvidado”, pese a su valor científico, natural y cultural.

Pero el problema no se queda ahí. Según detalló Camila Caviedes, Chile no solo exporta sus propios meteoritos, sino que también es utilizado como puente para el tráfico de meteoritos argentinos. Mientras en Argentina existe regulación, en Chile no, lo que ha permitido la creación de redes que trasladan ilegalmente estas rocas a través del territorio chileno para ser vendidas a coleccionistas y casas de subasta internacionales. “En Chile no están regulados los meteoritos, pero en Argentina sí. A través del territorio chileno se sacan meteoritos argentinos para luego ser vendidos en el extranjero”, advierte.

Frente a este vacío, un proyecto de ley ingresado el 9 de octubre del año pasado a la Comisión de Ciencia de la Cámara de Diputados busca poner orden. Inspirándose en la legislación que ya existe para los fósiles, pero adaptándose a la realidad particular de los meteoritos, la propuesta establece que estas piezas sean consideradas patrimonio de uso privado.

Esto significa que, de la masa total de meteoritos recolectados en Chile después de la promulgación de la ley, al menos un 20% deberá quedarse en el país, destinado a repositorios nacionales, museos o instituciones académicas.

La región de Antofagasta ocupa un lugar clave en esta historia. No solo es la zona donde se han encontrado el 95% de los meteoritos chilenos inscritos en la Meteoritical Bulletin Database, sino que además será la sede, en 2028, de la reunión anual de la Meteoritical Society, la entidad científica internacional que reúne a los principales investigadores y cazadores de meteoritos del mundo. Esa convención atraerá a unas 500 personas expertas en meteoritos, lo que, según Caviedes, marca un deadline claro: “Si no está aprobada para ese momento, vamos a tener una visita de 500 personas expertas en meteoritos a un país sin regulación, que obviamente abre la puerta a que quedemos vacíos de meteoritos después de esa fecha”.

Mientras tanto, en terreno, el trabajo no se detiene. La investigadora cuenta que, en la próxima semana, su equipo saldrá a levantar meteoritos para el Repositorio Nacional. Este trabajo es fundamental no solo para la investigación académica (tesis de pregrado, posgrado, estudios científicos), sino también para entender los procesos territoriales, climáticos y geomorfológicos del país. “Los meteoritos en el desierto de Atacama funcionan como indicadores de procesos climáticos. Donde ellos se acumulan, yo voy a reconocer otro tipo de estructuras geomorfológicas”, detalla.

La geóloga lo explica directamente: “Son un patrimonio cultural científico y natural”. Desde el punto cultural han estado ligados a la historia del territorio por mucho tiempo como lo demuestra fragmentos del asteroide Vesta. Científicamente permiten entender dinámica del sistema solar últimos tres millones años evaluar riesgos impacto asteroides (evento Cheliábinsk 2015 afectó 4.000 personas) estudiar procesos formación planetaria evolución estelar además son esenciales avanzar campos minería espacial astrobiología.

“El desierto Atacama es análogo planetario” explica Camila Caviedes “Tiene condiciones similares superficie Marte si tengo por ejemplo un meteorito marciano podrían estudiarse huellas biosignatures microorganismos dejando microorganismos extremófilos vivir desierto colonizando tipo rocas”.

A pesar múltiples intentos previos regular tema incluidos proyectos ley específicos 2017 intentos incluirlos patrimonio constitución propuestas equipararlos fósiles ninguno logró prosperar Pero vez panorama parece más alentador “Cuando presentamos Cámara Ciencias fue así como súper importante” relata Caviedes “Fue transversal entre diferentes partidos necesidad regular meteoritos Chile” Además ministerios Ciencia Minería mostrado disposición incluso sugiriendo estrategias agilizar aprobación ley.

El reloj corre El 2028 solo fecha simbólica límite Chile pueda mostrarle mundo valora protege patrimonio extraterrestre De contrario podría recibir élite mundial meteoritos país sin regulación dejando abiertas puertas poco queda tesoros milenarios termine desapareciendo.