Delito en grado de frustrado ocurrió en el sector de las tomas de Andacollo, cuando el condenado disparó en el rostro a una mujer.

A partir del trabajo investigativo dirigido por la Fiscalía de Atacama frente a un delito de homicidio en grado de frustrado, las pruebas reunidas y argumentadas en audiencia de Juicio Oral derivaron en una pena efectiva de cárcel en contra del autor del delito.

Los hechos materia de la indagatoria, presentadas ante el Tribunal Oral por el fiscal adjunto de Copiapó Ariel Guzmán Moya, indicaron que el 18 de abril del año pasado el condenado, Jhan Candelo Rodríguez (34), compartió con varias personas en un domicilio del sector tomas de Andacollo de esta ciudad, extrayendo un arma de fuego en el lugar con la que amenazó a una mujer que estaba presente en dicho domicilio.

“A partir de la investigación desarrollada por la Fiscalía y personal de la Brigada de Homicidios de la PDI, se pudo establecer que el resto de las personas recriminaron la acción del acusado por la cantidad de gente que había en el lugar, entre ellos menores de edad. Consiguiendo un testigo arrebatarle el arma de fuego, lo que motivó la ofuscación del imputado”, indicó el fiscal.

De acuerdo a los antecedentes de la investigación, Candelo Rodríguez se retiró de la vivienda, pero regresó a los pocos minutos portando otra arma sin contar con la autorización requerida. Procediendo a disparar en dos ocasiones en contra del portón de la vivienda, lo que motivó que la dueña de casa saliera de la casa momento en que el acusado, actuando de modo sorpresivo y en emboscada, disparó en el rostro de la mujer a corta distancia. Ocasionando lesiones de gravedad en la víctima, quien debió recibir atención de urgencia.

Por estos hechos, en la audiencia de Juicio Oral el fiscal Ariel Guzmán presentó los medios de prueba reunidos en esta causa, con los cuales se acreditó la participación del acusado, quien fue condenado como autor del delito de homicidio calificado en grado de frustrado siendo sentenciado a cumplir la pena de 10 años y un día de cárcel. Sanción privativa que debe ser cumplida de manera efectiva en la cárcel de la capital regional.