Colo Colo tiene mañana por la noche, en su visita a Fortaleza en Brasil, una inmejorable oportunidad para encaminar definitivamente el rumbo este año o comenzar a sentenciar una temporada para el olvido en caso de perder ante el equipo del excolocolino Juan Martín Lucero.

Ubicados en el último puesto del Grupo E del torneo continental (con dos puntos) luego de la sanción que Conmebol les dio por los incidentes de sus barristas en el interior del estadio Monumental durante el partido disputado en Macul ante el elenco brasileño, el equipo dirigido por Jorge Almirón tiene la necesidad de sumar por lo menos un empate ante Fortaleza para mantener una mínima opción de clasificar a los octavos de final de la Libertadores.

Objetivo prioritario para los dirigentes de ByN, que en el año del Centenario popular se fijaron como meta el repetir al menos los cuartos de final conseguidos el año pasado (eliminados por River Plate), también con el DT argentino en la banca.

Una responsabilidad que para el técnico transandino es propia de un club de la importancia de Colo Colo en Chile y el continente, y que de no lograrse en esta edición bien podría desembocar en su abrupta salida.

"Nosotros debemos saber a quién representamos. Ojalá fuera eterna mi estadía aquí, pero sé que en algún momento los ciclos se cumplen", señaló Almirón desde Brasil, reconociendo que "donde uno esté, tiene que dejar lo mejor todos los días".

"Dejar algo, no sé si un legado, pero por lo menos hay que entregarse profesionalmente", apuntó Almirón abriendo dudas respecto a su continuidad. El enfrentamiento contra Fortaleza será este martes a las 20:30 horas.

"La gente es hincha del club, más allá de los que pasemos. Se puede llegar a identificar con un jugador o un entrenador", concluyó Almirón.