Freirina - Maitencillo 88.1 FM
Alto del Carmen - Valle del Tránsito 92.1 FM
Caldera y Bahía Inglesa 101.3 FM
Chañaral - Pan de Azúcar 88.9 FM
El Salvador - Potrerillos - Inca de Oro 90.9 FM
Copiapó - Tierra Amarilla - El Valle 98.1 FM
Vallenar - Hacienda Nicolasa 98.3 FM
Diego de Almagro - El Salado 96.1 FM
Huasco - Huasco bajo - Carrizal 102.3 FM
Freirina - Maitencillo 88.1 FM
Mons. Fernando Ariztía: El guía cercano a su comunidad
Hace cien años nació un hombre que, sin buscarlo, cambió la historia de Atacama. No lo hizo desde un podio, ni desde un despacho, ni mucho menos desde un lugar de poder económico. Lo hizo a pie, muchas veces con la ropa gastada, con las manos abiertas y el corazón dispuesto. Mons. Fernando Ariztía fue el pastor que eligió caminar con los suyos, defender a los silenciados y abrazar la causa de la justicia, incluso cuando esa decisión le costaba caro.
Por Felipe Mery Tapia.
Hoy, este especial es un homenaje necesario. No solo porque recordamos su figura, sino porque nos sigue interpelando: ¿qué hacemos nosotros por los demás? ¿A quiénes elegimos acompañar? ¿Dónde estamos cuando el miedo, la pobreza o la injusticia golpean las puertas? Fernando Ariztía no fue perfecto ni lo pretendió, pero fue valiente, fue coherente, fue humano. Y eso, hoy, es revolucionario. Sin duda logró ser un fiel servidor del señor, seguir su ejemplo y lograr llevar a cabo sus enseñanzas con una ética y moral que muchas veces es difícil de seguir.
Un día como hoy, hace 100 años, nacía Fernando Ariztía Ruiz. Nació en Santiago en 1925. Se formó en el Pontificio Seminario de Santiago y en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y fue ordenado sacerdote en la catedral Metropolitana de Santiago el 22 de septiembre de 1951 por el cardenal José María Caro arzobispo de Santiago.
No fue presidente ni héroe de batalla; no ganó fortunas ni medallas; pero se convirtió en uno de los hombres más queridos y respetados del norte de Chile y del país. Fue simplemente un Pastor; pero uno de los pastores que marcará para la eternidad la historia Atacama.
Para Atacama “Don Fernando” fue mucho más que el obispo Copiapó; Fue quien caminó sus calles; quien compartió su pan; quien abrazo al minero al temporero a madre sola al obrero cansado.Fue quien levantó voz por quienes no tenían voz.Fue como él le gustaba decir ,un pastor al estilo Jesús:cercano,valiente,sin concesiones a injusticia siempre lado pobres.
Ordenado sacerdote en 1951,su vida estuvo marcada desafíos tiempo.Tras golpe militar,fue uno primeros alzar bandera defensa derechos humanos,presidiendo Comité Cooperación Pazjunto padre Cristián Precht Bañados Cardenal Raúl Silva Henríquez.No dudó enfrentar mismo Augusto Pinochet denunciando tortura desaparición miedo ensombrecían Chile.Pero grandeza quedo solo esos años oscuros.Como obispo Copiapó durante 26 años,caminò siempre lado pueblo.Hablò justicia tributaria,necesidad humanizar economìa,frenar globalización alma.Estuvo huelgas,campamentos parroquias pobres.Nunca buscò brillar nunca buscò poder.Solo buscò servir.
En 2003,ya enfermo cáncer Don Fernando quiso regresar querida Atacama.Querìa despedirse querìa bendecir gente.Aún tuvo fuerzas inaugurar memorial detenidos desaparecidos Copiapò recordàndonos paz verdadera solo nace cuando justicia verdad encuentran.
Hoy,cien años nacimiento recordamos solo obispo,sino símbolo.Un símbolo coraje,humildad amor verdadero.Un hombre nos enseñò fe adorno,sino acción amor palabra entrega.
Don Fernando ya camina calles Atacama pero espíritu sigue ahí acompañando cada causa justa cada voz alza olvidados cada corazón decide ponerse servicio demás.Porque pastores como él nunca van.
"Los pastores como Fernando Ariztía nunca mueren: se quedan
Fuente: Chañarcillo.cl