el martes pasado a las 7:05
*La ocasión no solo refuerza el compromiso del combatiente con su patria, sino que además, es la conmemoración de la epopeya de los 77 inmortales de La Concepción que se sacrificaron por Chile sin rendirse al enemigo entregando sus vidas por la patria antes de aceptar una vulgar rendición.
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(Por Rodrigo Ferrada).- Ayer miércoles 9 de julio, en la plaza de armas de Copiapó, con la presencia del Delegado Presidencial Rodrigo Illanes, el Comandante del Regimiento de Infantería N° 23 de Copiapó, Coronel Cristián Miranda Tawaderseh, y con la visita del Comandante en Jefe de la I División del Ejército de Chile, a la que pertenece la unidad copiapina, General de Brigada Guido Fravega Bordoli, se realizó la emotiva, solemne y marcial ceremonia del juramento a la bandera, donde los soldados juran mantener un compromiso inquebrantable con Chile, conforme reza tal declaración, que dice: “Juro por Dios y por esta bandera, servir fielmente a mi patria, ya sea en mar o en tierra o en cualquier lugar, hasta rendir la vida si fuese necesario; cumplir con mis deberes y obligaciones militares, conforme a las leyes y reglamentos vigentes; obedecer con prontitud y puntualidad las órdenes de mis superiores, y poner todo empeño en ser un soldado valiente, honrado y amante de mi patria”.
Así, luego de entregado el voto sagrado de compromiso con la patria, las tropas marcharon frente a sus comandantes y las autoridades, en una ceremonia cívico militar muy emotiva y que despierta los más profundos sentimientos de patriotismo.
¿POR QUÉ SE REALIZA EL 9 DE JULIO EL JURAMENTO?
Además de ser una instancia donde el soldado reafirma su devoción a Chile, esta tradición también honra a los 77 inmortales del Combate de la Concepción, ocurrido entre el 9 y 10 de julio de 1882, durante la Campaña de la Sierra de la Guerra del Pacífico. En esa ocasión un pequeño grupo de 77 soldados muy jóvenes tuvo que enfrentar un asedio constante por parte de fuerzas enormemente superiores. Luego de horas de resistencia heroica y feroz combate, prefirieron entregar sus vidas por Chile antes que aceptar una vulgar rendición.
Luego de largas horas de feroz y heroica resistencia por parte de los chilenos en La Concepción en Perú, estos decidieron hacer el sacrificio final por la patria. El subteniente Cruz Martínez lideró el grito “¡Los chilenos nunca se rinden, por la patria, por la bandera, a la carga!”, junto a cuatro soldados sobrevivientes cargaron a bayoneta y fueron muertos al salir por las fuerzas peruanas. Este episodio marcó para siempre la valentía del soldado chileno y el juramento a la bandera es el homenaje solemne que se rinde a esos jóvenes patriotas.