el miércoles pasado a las 11:15
El robo de cables a la Compañía General de Electricidad (CGE) ha aumentado un 14% en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 744 incidentes en 2024, lo que equivale a 225 kilómetros de cable sustraído, una distancia similar entre Santiago y Los Vilos. Este crimen ha afectado a 272.466 clientes en todo el país, dejando a miles sin suministro eléctrico durante largas horas y generando pérdidas millonarias para la compañía.
El director de operaciones de CGE, Matías Hepp, alertó sobre el recrudecimiento de estos delitos, que se han vuelto más violentos y organizados. Las bandas criminales, que operan con vehículos y armas, han desmantelado equipos y destruida infraestructura eléctrica, afectando principalmente a las regiones de Coquimbo, Maule, Tarapacá y Atacama, entre otras.
Los daños provocados superan los 3.300 millones de pesos en reposición de cables robados y la reparación de instalaciones dañadas. Estos robos no solo interrumpen el servicio a hogares y empresas, sino que también impactan en sectores vitales como la salud y la educación. La situación exige una respuesta urgente de las autoridades para frenar la violencia y la frecuencia de estos delitos.